No hay opción alternativa

Aquellos que siguen Apuntes de Educación habrán observado la existencia de un importante número de posts que informan, reflexionan y orientan sobre las demandas de la sociedad al sistema educativo; la relación formación profesional y el empleo; la evolución de la pedagogía desde el pasado siglo XX, hasta hoy mismo; el perfil del estudiante actual; la puesta al día de los profesionales docentes; los cambios pedagógicos y tecnológicos; el nuevo papel del profesor en el aula, en base a los contenidos temáticos expuestos en esos posts; etc.

 

No todo es color de rosas. La modificación de la cultura corporativa y empresarial de las entidades educativas requiere una progresiva adaptación a ese cambio inexorable e inaplazable que ponga en línea a los profesores con sus alumnos. ¡Todos juntos, en armonía! De esa manera, ambos responderán mejor a sus propias demandas y a las de una sociedad cuya economía globalizada exige profesionales con habilidades y capacidades muy específicas.

 

Es una evidencia incuestionable el impacto de las tecnologías de la información y de las comunicaciones (TIC), de internet y de las redes sociales en la vida de las personas, en las empresas y en las instituciones públicas. Esa huella tecnológica, particularmente impulsada desde el 1 de enero de 2001, fecha en que nos incorporamos al siglo XXI, por poner una fecha de referencia, no tiene parangón en la historia de la humanidad. ¿En qué se parece un joven de 16-18 años hoy a otro de la misma edad hace 10 años? Mi respuesta es: en casi nada. En el año 2000 no existía Facebook, Tuenti, Twitter, LindkedIn, Hi5 u otras muchas redes sociales de uso masivo y generalizado en la actualidad.

 

Y, ¿qué decir del uso del móvil y la información que recibimos a través de él? Un teléfono móvil, además de usarse para llamar y enviar SMS ofrece, cada día, más funcionalidades, como la posibilidad de aprender desde el momento y lugar que queramos. En mi opinión, a través del teléfono móvil se está propiciando una total revolución de los más innovadores sistemas de aprendizaje. ¿Alguien duda de la aceptación y utilización de estas posibilidades por los escolares y estudiantes de hoy? ¿Nos podemos aventurar a predecir las demandas profesionales de la sociedad en 2020, por ejemplo?

 

En Decroly la apuesta por la innovación ha formado parte de su cultura corporativa desde su fundación en 1978. Un impulso muy significativo se produjo en 2009, coincidiendo con el Año Europeo de la Creatividad y de la Innovación. Desde la titularidad y el equipo directivo del centro se impulsaron multitud de actuaciones que incidieron en muchos ámbitos de trabajo cotidiano. Se generó un sentimiento colectivo de cambio, de actualización de metodologías docentes basadas en el aprendizaje del estudiante, apoyado en un incuestionable impacto tecnológico y digital generalizado, particularmente, entre la población más joven. La formación permanente del profesorado y las dotaciones tecnológicas suministradas por la entidad aportan valor añadido para alcanzar los fines que se pretenden. En ese sentido el esfuerzo ha sido más que considerable.

 

Yo, particularmente, me he repetido en infinidad de ocasiones. He dibujado, también, el perfil del estudiante de hoy y del profesorado en este siglo XXI. No hay marcha atrás. Más bien, al contrario. Decroly debe realizar todos los esfuerzos razonables, humana y profesionalmente hablando, para dar respuesta a las demandas educativas y formativas de hoy, con proyección en mañana.

 

Es hora de concentrar todas nuestras energías en un proyecto educativo ilusionante y con futuro. No caben dudas ni resistencias infructuosas que menoscaben la hoja de ruta trazada por la dirección para instalarnos en la modernidad, en el cambio permanente que impulsa medidas innovadoras que den respuestas a nuestros alumnos (clientes), ciudadanos del siglo XXI.

 

Ahora le toca el turno a los departamentos y equipos docentes y, por supuesto, a cada uno de los profesionales que imparten docencia en Decroly. Ellos darán lo mejor de sí mismos para vestir el proceso pedagógico cotidiano con las actuales corrientes pedagógicas, centradas en la figura del alumno y de su aprendizaje, en los resultados exigibles a cada uno de ellos, en el tratamiento individualizado y personalizado a los discentes, con todos los medios tecnológicos disponibles integrados en la práctica docente cotidiana. Decroly ha definido su carácter propio, su marca, su proyecto educativo, su plan de actuación y su hoja de ruta. A todos los que prestan sus servicios profesionales en esta empresa les corresponde su leal y eficaz contribución mediante la pertinente ejecución de su labor profesional, en el ámbito de sus respectivas competencias.

 

Finalmente, me permito recomendar alguno de los escritos que he publicado en Apuntes de Educación con la intención de impulsar un estado de ánimo positivo, integrador y colectivo: Personalización del aprendizaje, Pedagogos del siglo XX: el método de proyectos, Estudiantes del siglo XXI y El profesor facilitador: qué debe hacer y evitar.

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1 comentario

  • By Libertario, agosto 3, 2011 @ 2:10 pm

    Sin duda alguna si se quiere estar al tanto de la cuestión educativa hay que entrar en http://www.opinioneslibres.es y leer Apuntes de Educación.

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