Una vieja aspiración de los Gobiernos es la desaparición del dinero físico en manos de la gente, activos líquidos que dicen los petulantes, ya que están como locos por controlar el orden espontáneo de las vidas de los ciudadanos, del mercado, pues no soportan que siendo tal la cantidad de factores que sobre el mismo actúan no hay quien pueda preverlo y claro, ante eso los gobiernos se ponen como monos con amígdalas.
Este ideal largamente perseguido por los gobiernos, tanto de izquierdas como de derecha, obligar al ciudadano al uso de medios de pago que puedan ser controlados por el aparato estatal sigue como el movimiento constante.
La desaparición del dinero físico significa el fin de las libertades individuales porque cuando lleguemos a ese estado habremos perdido nuestra privacidad de vida, en donde el estado sabrá absolutamente lo que hacemos, donde, cuando. Se imaginan lo que son capaces de hacer con nuestras cuentas de gasto en sus manos…? se les imaginan sabiendo lo que comemos, donde vamos de viaje, los libros que compramos o si hemos ido a una casa de lenocinio a retozar con Mari Pili….
Acaso no vemos lo que ocurre con internet, que inmediatamente a visitar Yotube o Google recibimos publicidad y ofertas relacionadas con las páginas por las que hemos navegado… pues eso, para ir haciendo boca y como un anticipo de lo que nos esperan sino somos capaces de defender nuestra libertad el Ministerio del Interior ha puesto en marcha la denuncia on-line, ya se puede delatar con la tecnología. Delate vd. es muy fácil.
El estado que no tiene suficiente con reventarnos a impuestos, controlar nuestra vejez con un sistema de pensiones inicuo y nuestra salud obligándonos a pagar un entramado sanitario que no hemos podido elegir quiere más, si, claro que quiere más, quiere controlar absolutamente todo, hasta que no podamos utilizar nuestro dinero físico. Nuestro dinero ¡¡ allí, en el mercado, el ámbito donde los ciudadanos en el ejercicio de libérrima voluntad dejamos patentes nuestras diferencias, limitaciones e incompetencias.
Este no es un fenómeno únicamente español, no, en Roma se prepara normativa para obligar a los restaurantes a aceptar tarjetas de crédito, también el gobierno de Dinamarca presionando para que los comercios no admitan dinero físico, camino ya iniciado por Finlandia o Noruega, auténticos paraísos del estatismo.
Pero ya saben, los voceros de ” lo público” dirán que es por nuestro bien, para facilitarnos la vida, para que pagar sea más cómodo, para que nos administremos bien, para que estemos más seguros no llevando encima dinero, etc…etc…etc….
Todo mentira, se trata que el estado sepa todo lo que hacemos para que espiarnos les resulte más sencillo.